Este artículo ofrece un panorama actualizado sobre los principales conflictos armados activos en el mundo.
Guerra en Ucrania (2022–presente)
Fecha de inicio: 24 de febrero de 2022.
La invasión rusa a Ucrania sigue en curso. Rusia mantiene avances territoriales, aunque enfrentando resistencia firme de Ucrania. El conflicto ha causado decenas de miles de muertes y desplazamientos masivos, y genera presión internacional constante para una solución diplomática.
Conflicto Israel‑Gaza (2023–presente)
La guerra entre Israel y Hamas, que escaló dramáticamente en 2023, continúa sin resolverse. En Gaza, más de 61 000 muertos y una crisis humanitaria masiva con muerte por inanición y acceso limitado a la ayuda. Israel evalúa nuevas ofensivas mientras sobreviven pocas rutas de ayuda.
Guerra civil de Sudán (2023–presente)
Desde abril de 2023, el conflicto entre el Ejército de Sudán (SAF) y la milicia paramilitar RSF ha desgarrado al país. Ambas facciones incluso han proclamado gobiernos rivales. Más de 150 000 muertos, casi 9 millones de desplazados internos y >3,5 millones de refugiados. Famine generalizado y acusaciones de genocidio.
Guerra civil en Etiopía (2018–presente) y guerra en Amhara
Desde 2018 diversas regiones de Etiopía enfrentan conflictos internos. Aunque el Tigray war cedió en 2022, la violencia persiste en Oromía, Amhara y contra al-Shabaab.
La guerra en Amhara (desde 2023) enfrenta a las fuerzas federales contra la milicia Fano, con denuncias de detenciones masivas y muertes de civiles. Las negociaciones con la OLA terminaron en fracaso en 2023. :contentReference[oaicite:3]{index=3}
Conflictos en Asia: Myanmar y Rakhine
Myanmar: el conflicto civil escaló tras el golpe de estado de 2021. La oposición armada (NUG y grupos étnicos enlazados) controla zonas regiónales y avanzó en 2024–2025, capturando ciudades clave como Lashio o Ann. La represión del régimen junta continúa y han ocurrido intensos bombardeos.
Estado de Rakhine: la insurgencia del Arakan Army en Rakhine se intensificó en enero de 2025 con ataques y capturas de bases militares en regiones vecinas.
Conflicto fronterizo Camboya‑Tailandia (julio‑agosto 2025)
Escalada militar breve iniciada el 24 de julio de 2025 en la frontera común. Miles de civiles fueron desplazados y hubo bajas en ambos lados. Se declaró un cese al fuego el 28 de julio, aunque continúan denuncias de violaciones.
Insurgencias en Pakistán, India, Filipinas y Sahel
- Pakistán: múltiples conflictos internos y ataques de Talibanes y grupos balochis en zonas tribales. Hay intensos choques no internacionales con el gobierno.
- India: conflicto internacional con Pakistán (de facto) y escaramuzas en frontera con China. Además, insurgencias internas en diversas regiones.
- Filipinas: conflicto prolongado en Mindanao contra MNLF, MILF, Abu Sayyaf y otros grupos insurgentes islámicos.
- Sahel: insurgencia constante en Mali, Burkina Faso y Níger por grupos jihadistas; gobiernos luchan por controlar zonas rurales.
Conflicto Israel‑Irán (emergente en 2025)
Se ha intensificado un enfrentamiento directo entre Israel e Irán tras ataques israelíes a objetivos iraníes y represalias con drones y misiles. Algunos analistas advierten sobre un posible conflicto regional ampliado.
Resumen y tendencias globales
Los conflictos activos en 2025 reflejan varios fenómenos simultáneos:
- Guerras interestatales: como Ucrania y el nuevo choque Israel‑Irán.
- Guerras civiles violentas: en Sudán, Myanmar, Etiopía, Yemen y Siria (más crónicas).
- Insurgencias persistentes: en Sahel, Pakistán, Filipinas y regiones indígenas en India.
- Emergencias humanitarias: millones desplazados, hambre, falta de acceso a solidaridad y violaciones masivas de derechos humanos.
¿Por qué importan estos conflictos?
Impacto global: aumentan la inseguridad mundial, provocan desplazamientos masivos y afectan la estabilidad política regional.
Crítica internacional: muchos conflictos están siendo subestimados por los medios occidentales. Sudán, Myanmar, Etiopía y la crisis del Sahel necesitan mayor atención global.
Conforme avanzamos en 2025, conflictos armados de alta intensidad continúan en múltiples regiones. Desde guerras abiertas como Ucrania o Sudán, hasta insurgencias prolongadas en Asia y África, la violencia persiste con consecuencias humanitarias devastadoras. Es crucial seguir informándonos y exigir soluciones diplomáticas y humanitarias urgentes.